¿Puedes limpiar la cadena de la bicicleta sin agua?
Limpiar la cadena de la bicicleta sin agua puede parecer imposible, pero hoy queremos mostrar que no es así.
Asumamos, sin embargo, que estamos hablando de una situación de emergencia, porque el uso de agua y detergente es obviamente y siempre la mejor opción.
De hecho, para una limpieza perfecta, deberíamos combinar agua y detergente con los consejos que damos hoy.
Sin embargo, a menudo ocurre que estamos en un garaje donde no tenemos la posibilidad de tener un grifo, o aparcamos nuestra bicicleta en casa y es imposible usar el agua, a menos que se nos permita llevarla con nosotros en la ducha.
Antes de enumerar los dos métodos hablando de sus pros y contras, hay que hacer una premisa: la norma número 1 es usar productos específicos para la bicicleta.
Demasiado a menudo veo a gente desengrasando la bicicleta con disolventes de cualquier tipo que, sin embargo, al no haber sido probados en las dos ruedas, podrían causar daños tanto a las partes mecánicas como al cuadro, especialmente si son demasiado corrosivos.
1. Método 1: Desengrasante en spray
Esta es la forma más fácil de limpiar la cadena sin agua, la que se hace cuando se tiene poco tiempo. Los desengrasantes en spray como el excelente DPV Chain Bio casi siempre tienen algo de agua en su composición, así que lo que realmente estás haciendo es rociar las partes mecánicas con algún líquido limpiador junto con algo de agua. Obviamente, si queremos que la limpieza sea más efectiva, tendremos que ayudarnos con algo que haga que el producto funcione como puede ser un cepillo.
Una vez rociado el producto, déjalo funcionar. Una última limpieza con un paño ayudará a eliminar el exceso de suciedad de la cadena.
Como dije antes, si hay agua disponible, un enjuague aseguraría que la limpieza sea aún más exhaustiva.
Al final de esto, toque la cadena y si está seca, lubrícala ligeramente.
2. Método 2: Desengrasante líquido
El segundo método para limpiar la cadena sin agua es utilizar un desengrasante líquido, por lo que también debemos utilizar el dispositivo clásico inventado para este fin.
Es muy simple. Abrimos el lavacadenas e insertamos la cadena. Una vez que esté cerrado, vamos a verter un poco de líquido en él, por ejemplo el DPV Clean Chain. Ahora con una mano sostén el lavacadena y con la otra gira los pedales de la bicicleta, como si estuvieras pedaleando «al revés». De esta manera la cadena entra en contacto tanto con el desengrasante como con los cepillos dentro del lavacadena. Después de unos veinte golpes de pedal, el trabajo está hecho.
De nuevo, si al final tuvieras un poco de agua para eliminar tanto el desengrasante como el lodo, obviamente sería mejor.
3. Consejos útiles
En ambos casos, que sepas que se ensucia. Así que ponte un delantal, guantes, y ponte algo en el suelo que absorba algunas salpicaduras que serán inevitables.
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Stefano Francescutti