Mecánica de bicicleta
Cuando salimos con nuestra bicicleta de montaña ya sabemos lo importante que es llevar encima algunos útiles de reparación. No se trata de llevar todo un taller a bordo, pero si lo mínimo imprescindible para reparar un pinchazo y alguna que otra avería que puede ser solventada por una multiherramienta.
Pero en ocasiones unos desmontables y cámaras de repuesto no serán suficientes para algunas de las posibles contingencias mecánicas que pueden presentarse en un recorrido BTT. Y en ese caso tener unas cuentas ideas de «mecánica de supervivencia» pueden venirte bien.
Puedes encontrarte con casos como estos, en los que tus medios de reparación habituales no te van a servir… al menos para poder regresar a casa y hay que agudizar el ingenio.
1. He perdido un tornillo. En esa caso los del portabidones no son tan necesarios o uno de los tornillos de la tapa de la potencia.
2. Por un impacto rompes el sillín o se sale. Si no puedes montarlo, hasta llegar a casa puedes improvisar un apoyo para no volver a casa de pie sobre los pedales todo el tiempo. Puedes enrollar sobre los raíles el chubasquero o el maillot sin dejar ningún extremo de rail al descubierto. Encima de esto ves enrollando tu cámara de repuesto sujetando la prenda y anudándola para que se sujete.
3. Un radio roto. Lo primero de todo es sacar el mismo para que no se enrede donde no debe. Si no puedes quitarlo, enróllalo en el más cercano. Hecho esto tienes que destensar una vuelta los radios que están más próximos al dañado y tensar los dos siguientes. Así compensarás el desequilibrio.
4. El sillín no para de bajarse. Lógicamente habrás revisado el cierre de la tija y si este está bien apretado puedes recurrir a limpiar la grasa que pudiese haber en el interior del tubo donde se aloja la tija. Si aún así hay deslizamiento… unta la tija de polvo y tierra fina. Es una forma de hacer la superficie más abrasiva y menos deslizante.
5. El desviador trasero se ha roto. Asumir no disponer de la posibilidad de cambiar de piñones no es tan grave como el hecho de que la cadena no quede tensa. Utilizando un tronchacadenas puedes acortarla. Aún así si le falta la tensión necesaria puedes utilizar una brida o dos que acerquen la cadena al cuadro.
6. Cubierta con una raja. Frena de inmediato o se rajará la cámara. Desinfla esta y busca un trozo de cartón, el envoltorio de una barrita energética o bien un trozo de un material que puedas plegar. Lo colocas a lo largo del corte en la cubierta y vuelves a meter presión a la cubierta con cuidado de no descolocar el improvisado parche. La presión debe mantenerlo fijo entre cubierta y cámara.
7. Las manos llenas de grasa. Lo suficiente para no poderte poner los guantes de nuevo o estropear tus puños de la bici. No te frotes una contra la otra o te ensuciarás más. Busca un poco de arena fina o polvo y frota con ello las manos, eso si estando secas. Una vez lo hayas hecho elimina el polvo con un poco de agua.
8. Pinchazo sin cámara de repuesto. Si no puedes pedir que te recojan y debes salir de alguna zona mal comunicada puedes tener varias opciones. Quitada la cámara, mete entre llanta y cubierta todas las hojas y elementos vegetales que puedas, llenando todo lo que puedas este espacio. Si localizas el pinchazo y puedes cortar la cámara, recorta la zona (un trozo completo del circulo que forma la cámara) y haz dos ataduras a los extremos de la cámara. Para esto te pueden servir unas bridas. Si estas en carretera podrás sacrificar la cubierta o bien la llanta y rodar con ellas a falta de cámara. No mencionamos el chicle, pero si dispones de el, aplicado sobre el pinchazo y con presión en la cámara puede sacarte del apuro.