Lo importante es correr, no las carreras
Tal vez te haya pasado alguna vez aquello de: «antes de la carrera estaba en plena forma».
No es difícil llegar al día del reto que te hayas marcado en forma de carrera con las expectativas cumplidas: programa de entrenamiento al día, peso controlado, buen clima para correr, descanso asegurado la víspera… Sin embargo puede que te hayas encontrado con que el día de la prueba la experiencia haya sido negativa.
Haruki Murakami autor del libro «De qué hablo cuando hablo de correr» que tanto se ha recomendado en ambientes runner (una vez mas) el pasado día 23 de abril, lo ha sentido de cerca.
Correr es lo importante.
O tal vez tu caso sea el contrario, el de no haber respetado el plan de entrenamiento, haber mal dormido la noche antes, salir pensando que no acababas y terminar mejorando la marca esperada. Correr es impredecible, las variables pueden ser numerosas, pero en parte de esto reside la gratificante experiencia de consumir kilómetros sobre el asfalto.
De esto se ha podido ver hoy mucho en Madrid en la edición 2014 del Rock»n» Roll Madrid Maratón y 1/2. ¡Casi 30.000 corredores! y es que correr está de moda.
Los datos nos hablan de que en 2013 se vendían 2,2 millones de zapatillas de running el doble que en 2009. Y de ello somos testigos todos, la fiebre del running popular. En torno al running se mueven en España cerca de 300 millones al año, según la firma de estudios de mercado NPD Group. El 40% de los artículos deportivos que se venden en este país están relacionados con este deporte.
Pero lo cierto es que menos del 1% de la población mundial terminará una maratón en su vida que es la distancia mítica considerada como meta de todo runner. Pero correr está de moda y participar en pruebas populares cautiva.
Sin embargo también es cierto que entre los adeptos a este tipo de competiciones cada vez se habla más del mercadeo que suponen las mismas. Por poner un ejemplo , según explican desde ZoomNews, en el Marató de Barcelona en 2008 adquirir un dorsal en el primer plazo de inscripción (hasta diciembre de ese año) costaba unos 45 euros. Cinco años después, en 2013, las personas que se inscribieron en ese mismo plazo tuvieron que pagar casi 62 euros, es decir, 17 euros más que en 2008. Significativo sin duda.
Se empieza a hablar de esto como los daños colaterales de este boom, pero lo cierto es que el calendario está lleno de pruebas, de diferente calado económico, distancias, patrocinios, etc. que nos permiten aplicar aquello del «busque, compare y si encuentra algo mejor… cómprelo» sabio eslogan.
Pero no lo es menos no olvidar aquello de que «correr es lo importante», en carreras o fuera de ellas. Para todo lo demás deporvillage