Llevar la cadencia al extremo en bicicleta ¿sí o no?
La agilidad extrema es la tendencia a la que nos hemos acostumbrado en los últimos años. Todavía tenemos en mente la famosa cadencia de Froome’s que todos intentamos imitar. ¿Pero sigue siendo así? ¿Estamos seguros de que es realmente beneficioso?
Tal vez sea demasiado pronto para decirlo pero, observando la nueva dinámica de pedaleo de muchos campeones, ya no es así.
¿Algún ejemplo?
Alaphilippe, en las fases decisivas de la carrera, impulsa relaciones monstruosas. Geraint Thomas, Egan Bernal y Tadej Pogačar no destacan por su agilidad. El ganador del Giro 2020, Tao Geoghegan Hart, igual.
En primer lugar, nos gustaría decir que no siempre debes compararte con los profesionales, y hemos hablado de eso específicamente aquí.
Pero, ¿estamos presenciando un cambio en la dinámica de pedaleo y la preparación de los grandes ciclistas, o es sólo un caso de azar?
Antes de intentar dar una respuesta, tratemos de hacer algunas consideraciones.
1. Agilidad vs. Velocidad
Empecemos con la física.
POTENCIA (en vatios) = FUERZA (en newtons) x CADENCIA DE PEDALEO (en RPM)
La potencia es el resultado de la multiplicación entre la fuerza aplicada sobre el pedal (en Newton) y la velocidad con la que se mueve, es decir, la cadencia de pedaleo.
Está claro, por lo tanto, que es posible emitir los mismos vatios moviendo una proporción ágil en las altas cadencias, o una más dura en las bajas.
Pedalear más ágilmente es menos exigente para los músculos, pero aumenta considerablemente el consumo de oxígeno, por lo que requiere un mayor esfuerzo a nivel cardio-respiratorio. Si lo notas, una mayor cadencia resulta en un mayor ritmo cardíaco.
Por otra parte, una cadencia de pedaleo muy baja da lugar a una contracción muscular más larga con cada golpe de pedal y, por lo tanto, a una mayor vasoconstricción. Esto significa que la sangre llega a los tejidos con menos rapidez.
A nivel científico general esto es cierto… pero no olvidemos que todo es muy subjetivo.
2. ¿Qué lecciones aprendemos de los profesionales?
Está claro que algunos de los ciclistas más fuertes de hoy en día pedalean a frecuencias no tan altas. Pero también está claro que si alguien como Froome volviera al más alto nivel, no podría prescindir de su agilidad.
Roglic, por ejemplo, es otro ciclista que hace de las altas velocidades de pedaleo por minuto su marca registrada.
¿Qué significa todo esto?
La moda de la agilidad a toda costa es seguramente anticuada. Lo que era una elección casi «obligada» como una necesidad absoluta y que muchos aficionados trataron de imitar, ya no es tan necesario.
Pero ten cuidado: esto no significa que pedalear a una alta cadencia no sea ventajoso. Al contrario.
La realidad es que no existe una cadencia ideal y es necesario, en cambio, tener en cuenta la subjetividad de cada deportista, es decir, las características musculares y fisiológicas de cada individuo.
Está claro que incluso los atletas que arrastran más carga han tratado de aumentar su pedaleo con relaciones más ligeras… pero obviamente no estaban rindiendo de forma ideal.
Como a nivel de aficionados no tenemos las mismas herramientas de evaluación, seguramente lo mejor es elegir la cadencia de pedaleo que te haga sentir menos fatiga.
Escuchar a tu cuerpo es definitivamente el camino a seguir.
Si quieres algunos números, debes saber que las pruebas de laboratorio y los análisis han demostrado que la cadencia media óptima en las subidas es de entre 75 y 80 rpm, que es la cadencia que Pogacar mantuvo en la última contrarreloj del Tour 2020.
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Stefano Francescutti
