Las Langhe en bicicleta de carreras: 5 cosas que hay que saber
Las Langhe en bicicleta de carreras es el tema del post de hoy.
Esta zona de colinas del Piemonte es fascinante. Independientemente del cicloturismo, sumergirse en hileras de uvas y avellanos, incluso durante unas horas, es un verdadero placer tanto para el cuerpo como para la mente.
En los últimos años se ha descubierto que la mejor manera de visitar estas zonas es en bicicleta. Esto se debe, por un lado, a que al moverse por estas colinas a una velocidad moderada, en comparación con la de un coche, es posible ver mejores detalles que de otra forma pasarían desapercibidos, y, por otro lado, a que no hay mejor manera que un buen paseo en bici para quemar las calorías acumuladas entre las degustaciones en la bodega y las cenas típicas.
Como hicimos para el Giro dei quattro passi y la subida al Stelvio, este post no hablará de un itinerario específico o de una subida en particular, sino que os dará unos pequeños consejos técnicos y organizativos para que podáis disfrutar al máximo de esta experiencia cuando os decidáis a hacerlo.
1. Itinerarios
Sería imposible hablar de los itinerarios en esta área y proponer uno en particular. Lo bueno de esta zona, en mi opinión, es precisamente el hecho de que hay varias opciones increíbles. Si nos fijamos en el mapa y dejamos fuera las principales carreteras que conectan los distintos pueblos, descubrimos un sinfín de otras carreteras, menos transitadas por coches y motocicletas, que son el verdadero placer de las Langhe.
¿Un ejemplo fácil y sencillo? Trata de planificar el itinerario desde Barolo a Monforte D’Alba, dos de los pueblos más famosos y característicos de la zona. Ahora, añade «Bussia» como etapa a mitad del camino. Esta es la mejor vuelta.
Para hacerse una idea de algunas de las rutas ya planificadas, os sugiero que visitéis la página web de Langhe Roero, donde encontraréis información más detallada.
2. Las etapas que no hay que perderse
Si es cierto que es difícil crear itinerarios a priori, también es verdad que hay lugares que no puedes dejar de visitar. Aquí tenéis una lista:
- Barolo: el lugar que da el nombre al vino italiano más famoso… ¿hay algo más que añadir?
- Barbaresco: como Barolo….y llegada de la contrarreloj del Giro de Italia 2014.
- La Morra: el pueblo con una de las vistas más preciosas de las Langhe.
- Monforte D’Alba: sus callejones en subida le conducirán al descubrimiento de un lugar encantador.
- Serralunga D’Alba: el pueblo más pequeño, pero, en mi opinión, el que tiene más encanto.
- Alba: la ciudad más grande de la zona.
- La Alta Langa: aquí no se habla de un pueblo, sino de una zona, la del sur, donde se va de la colina a la montaña. Es la zona más salvaje, la menos cultivada, por lo que la recomiendo precisamente porque ofrece diferentes paisajes.
3. Dónde alojarse
No tienes muchas opciones cuando se trata de dormir. Hay muchas estructuras, desde las más caras hasta las más modestas.
El ciclismo es una parte importante del negocio del turismo, así que casi en todas partes tendrás una buena bienvenida.
En cuanto a la mejor zona, diría que los lugares del punto 2 son válidos. Si preferís estar en medio de la naturaleza y lejos de todo, hay muchas alojamientos entre un pueblo y otro. Si preferís un lugar donde encontrar ambiente incluso por la noche, quizás Alba sea la elección más correcta.
4. Los Alpes
Usted puede preguntarse: «¿Y después de dos o tres días en las Langhe? ¿Qué se puede hacer?»
Aparte del hecho de que, francamente, creo que puedes quedarte allí y correr durante un año consecutivo sin cansarte nunca y probablemente sin hacer la misma vuelta dos veces, entiendo que de vez en cuando apetezca diversificar un mínimo, y en un momento se puede ir a los Alpes.
A pocos kilómetros se puede escalar, sólo por nombrar algunos:
- Colle dell’Agnello
- Colle Fauniera
- Prato Nevoso
- Col di Tenda
Y luego, todas las montañas en la frontera entre Piemonte y Liguria, en caso de que se desee hacer una escapada rápida al mar….
5. ¿Cuándo ir?
Buena pregunta. Yo diría que la primavera y el otoño son las mejores épocas. Pero si tuviera que elegir, quizás elegiría los meses de la vendimia: ¡entre finales de agosto y principios de octubre los colores y los olores te harán vivir una experiencia única!
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Stefano Francescutti