En bicicleta con un resfriado: ¿Sí o no?
Invierno, bicicleta, resfriado. ¿Qué vas a hacer? Un resfriado puede ser el fin del plan de entrenamiento más riguroso y considerado, sobre todo si significa «no salir en bicicleta».
Pero como sabrás, los resfriados y la gripe son particularmente comunes en esta época del año y puede ser difícil cumplir con un programa de entrenamiento cuando no estás a tope con la salud.
Hay básicamente dos tipos diferentes de enfermedades que nos afectan comúnmente. La primera es la gripe, causada por virus conocidos como gripe A o B, la segunda es el resfriado común, causado por virus llamados coronavirus y rinovirus.
1. Gripe
La gripe es mucho más molesta que un resfriado común, ya que suele ir acompañada de dolores corporales y fiebre. Por lo tanto, el sistema inmunológico de tu cuerpo está sometido a mucho más estrés por la gripe que por el resfriado común. En este momento, el entrenamiento no sólo sería perjudicial para la recuperación, sino también para la salud.
Empecemos con esta premisa: el entrenamiento, que puede ayudarnos a ganar músculos, perder grasa y sentirnos bien, es una actividad catabólica. Sin embargo, el cuerpo necesita estar en buena salud para pasar del estado catabólico, causado por el ejercicio físico, a un estado anabólico de recuperación y crecimiento muscular. Así que, si tienes gripe, tu cuerpo ya está luchando contra un estado catabólico causado por el virus de la gripe en sí. El entrenamiento en bicicleta sólo añadiría más catabolismo, lo que a su vez afectaría negativamente al sistema inmunológico contra el virus, empeorando la enfermedad. Por lo tanto, no se debería realizar ninguna actividad física si te encuentras en esta situación. Una vez que la gripe haya hecho su curso, puedes comenzar lentamente tu programa de entrenamiento de nuevo, pero sin “apretar” demasiado.
2. Resfriado
Si, por otro lado, el resfriado común es leve (secreción nasal, tos leve, estornudos), puedes entrenar, o al menos intentarlo. Por supuesto, sería prudente mantener la intensidad al mínimo. Una vez más, si el virus del resfriado te hace sentir dolor en la garganta y la cabeza, es mejor que dejes de entrenar hasta que los síntomas hayan desaparecido. Nunca dificultes que el sistema inmunológico combata el virus introduciendo una mayor actividad catabólica: por lo tanto, recuerda mantener la intensidad baja.
3. Consejos
Lo más importante que debes recordar cuando no puedas pedalear debido a una enfermedad es que no cunda el pánico, especialmente si has construido una buena base de entreno en los meses anteriores. El entrenamiento anterior se mantendrá, a pesar de la parada forzada.
Luego tienes que seguir un enfoque de tres pasos para regresar de cualquier lesión o enfermedad: frecuencia, duración, intensidad.
En primer lugar, es necesario empezar a entrenar de nuevo volviendo lentamente a la frecuencia antes de la parada, sin tener miedo de dar un paso atrás en el camino si es necesario. Luego se va a aumentar el volumen de entrenamiento (es decir, el número de horas), y finalmente se completa la vuelta y se recupera la intensidad.
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Stefano Francescutti