Elegir la bicicleta de gravel: geometría, materiales, cambios, neumáticos
¿Elegir la bicicleta de gravel más adecuada para las propias exigencias? Parece un juego de niños, sin embargo no es tan simple, sobre todo para quién no tiene experiencia con el gravel.
El mundo del gravel ofrece una infinita variedad de opciones, con muchos productos muy diferentes entre sí y en este artículo trataremos de analizar los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de realizar la compra.
1. Cómo, dónde y cuándo usaremos una bicicleta de gravel
Una cosa es usar una bici de gravel para un tramo corto de camino de tierra durante un viaje largo por asfalto, y otra muy distinta es usarla en senderos que son casi de btt. Tratar de entender cuál será el uso principal de tu bicicleta es el paso más importante que hay que dar antes de proceder a la compra. Solo así evitaremos elegir la bicicleta de gravel incorrectamente.
En general, podemos identificar tres categorías:
- Quien la utiliza principalmente en asfalto, pero la prefiere a la bicicleta de carretera ya que es más cómoda y versátil y no le importan mucho las prestaciones
- Los que alternan la tierra y el asfalto de la misma manera y quieren una bicicleta «sin límites» (podría considerarse el uso más «convencional» del gravel)
- Los que la usan principalmente fuera de la carretera, enfrentándose incluso a senderos difíciles, yendo casi a sustituir lo que se hacía antes con la mtb.
2. Las geometrías
Las geometrías afectan al comportamento de la bicicleta de una manera muy importante.
Muchas bicicletas de gravel de recién fabricación están diseñadas con geometrías muy parecidas a la mtb: ángulo de dirección abierto, eje largo y alcance mayor respecto a las bicicletas de gravel que se fabricaban hace unos años. Claramente, esta impostación ofrece mayor estabilidad y seguridad fuera de la carretera.
Otras, en cambio, tienen un diseño similar al de las bicicletas de carretera, lo que garantiza un buen rendimiento en cualquier terreno, pero son casi más adecuadas para el asfalto o los caminos de tierra que para la conducción extrema fuera de la carretera.
3. Los materiales
Como en el mundo de las bicicletas de carretera, el top gama propone cuadros de carbono. Las características de la fibra son perfectas para crear bicicletas versátiles, ligeras, rígidas pero capaces de absorber las asperezas del terreno.
El aluminio, sin embargo, sigue ganando una importante porción del mercado: es sin duda más pesado y tiene una menor capacidad de absorción de las vibraciones en comparación con el carbono, pero gracias a la posibilidad de utilizar neumáticos de gran sección, a bajas presiones, se pueden obtener bicicletas muy cómodas. Es probablemente la opción recomendada para aquellos que quieren una bicicleta de gravel de buen nivel, sin gastar más de 1500 euros.
Hay que decir que, en el mundo del gravel, la exasperada búsqueda de la ligereza no juega un papel tan importante, por lo que también los cuadros de acero y titanio siguen teniendo un papel protagonista. Sin embargo, está claro que se trata de productos «únicos» y, por tanto, mucho más caros.
4. Cambios
Si sólo utilizas la bicicleta en caminos de tierra, entonces la opción mono es perfecta: más intuitiva e inmediata, elimina cualquier problema relacionado con el desviador. Sin embargo, es importante elegir el desviador delantero en función de tu nivel de entrenamiento y de las pendientes que piensas afrontar.
Por otro lado, el doble plato, aunque está menos «de moda», ofrece un mayor número de combinaciones posibles, lo que facilita encontrar la marcha adecuada para empujar. Evidentemente, es la mejor opción para quienes utilizan la bicicleta de gravel sobre el asfalto.
5. Neumáticos
En primer lugar, empecemos por las ruedas, que deben tener un canal de al menos 25 mm.
Las bicis de serie montan neumáticos de 700×37 o 700×38, que es una opción que podemos definir como todoterreno.
Para aquellos que utilicen la gravel en caminos pavimentados y más accidentados, recomendamos el uso de cubiertas más anchos (700×40-42). También podrías ir más lejos, pero en ese punto sería mejor usar una mtb.
Quien en cambio utiliza la gravel en el asfalto, puede optar por neumáticos de menor sección: 700×33 o 700×35.
Lo que sí recomendamos es optar siempre por ruedas y neumáticos tubeless o tubeless ready: así se elimina el riesgo de «pellizcar» la cámara de aire (muy común en el uso off-road) y se inflan a presiones más bajas, mejorando el confort y el agarre.
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Stefano Francescutti