¿Cuándo es mejor entrenar en bicicleta?
¿Cuándo es mejor entrenar en bicicleta? ¿Hay alguna franja horaria mejor que otra?
Por desgracia, en la realidad, para la mayoría de nosotros la elección es forzada: entrenamos cuando tenemos tiempo, entre un compromiso laboral y otro familiar. Sin embargo, hay quienes son más afortunados y son capaces de organizarse de tal manera que pueden dedicar la parte del día que prefieren.
En este artículo trataremos de analizar las ventajas e inconvenientes de entrenar en las tres franjas horarias más habituales: a primera hora de la mañana, en la pausa del almuerzo y a última hora de la tarde.
1. Ritmos circadianos
Podemos definir el ritmo circadiano como un reloj biológico interno, que regula el ritmo de sueño-vigilia, así como otros numerosos procesos fisiológicos de nuestro cuerpo. En relación con estos ritmos, nos clasificamos en dos grandes macro-categorías: búhos y alondras.
Las alondras son madrugadoras, se levantan temprano y tienen mucha energía desde la primera parte del día. Obviamente, por la noche desconectan y tienen la necesidad de acostarse temprano.
Los búhos, de lo contrario, son más productivos en la segunda parte del día: se acuestan tarde y prefieren prolongar el sueño matutino.
Se trata de predisposiciones naturales, y es importante tenerlas en cuenta a la hora de programar el entrenamiento. Respetar nuestro reloj interno es esencial para dormir mejor y, en consecuencia, ser más brillante y productivo durante el día (independientemente del deporte).
2. De madrugada
Hacer ejercicio a primera hora de la mañana es ideal para aquellos que empiezan su jornada laboral, por ejemplo, después de las 8.30-9.00 horas. También es la mejor opción en los meses de verano para evitar el calor que inevitablemente se producirá durante el día.
Ventajas
- Temperaturas más frescas en verano
- Menos tráfico en las carreteras
- Menos insectos en los meses de verano
- El cuerpo está fresco y descansado
- Estimular la producción de endorfinas nos ayudará a estar concentrados y ser productivos en las horas siguientes
- Nos ayudará a descansar mejor porque llegaremos al final del día muy cansados
Desventajas
- Hay que levantarse muy temprano para desayunar, aunque a veces se puede hacer ejercicio en ayunas
- Está bien en verano… pero ¿y en invierno? Mucho frío y poca luz pueden dar problemas
Obviamente es la mejor solución para las alondras, y la peor para los búhos
3. Hora del almuerzo
La hora de la comida es la solución obligada para los que tienen una larga pausa al mediodía. También es ideal para desconectar a mitad del día y recargar las pilass. Bien tolerado por todos, es perfecto en invierno porque permite hacer ejercicio en las horas más calurosas del día.
Ventajas
- Siendo un momento que todo el mundo tolera bien, es estupendo para hacer un entreno de calidad
- Es una buena manera de hacer una pausa y recargar las pilas durante la tarde
- Permite aprovechar las horas más cálidas del invierno
- Para los que necesitan perder peso, es una forma de reducir la ingesta de calorías, sustituyendo la comida por dos grandes tentempiés (antes y después de la actividad)
Desventajas
- En verano hace mucho calor
- Necesitas un lugar donde puedas ducharte inmediatamente después de tu entrenamiento, y para los que trabajan fuera de casa, esto puede ser un gran problema
4. Tarde / Atardecer
Obviamente, este es el momento favorito de los búhos y es la opción obvia para aquellos que trabajan en horario de oficina.
Ventajas
- Desconectar de la jornada laboral
- Muy fácil de gestionar desde el punto de vista organizativo: un buen almuerzo será suficiente y la ducha se hará directamente en casa
Desventajas
- Hay muchísimo tráfico en las carreteras, así que hay que elegir bien la ruta
- Es difícil hacer un entrenamiento de calidad porque la energía al final del día es menor
- La adrenalina producida por la actividad física puede causar problemas de insomnio
- En invierno permite entrenar casi exclusivamente sobre rodillos (pero esto no es necesariamente una desventaja).
5. En conclusión
¿Entonces? ¿Cuándo es mejor entrenar?
¿Es una coincidencia que los profesionales salgan a entrenar por la mañana, ni muy tarde ni muy temprano?
La mejor hora, de hecho, es por la mañana, no demasiado temprano: es decir, ninguna de las tres que hemos mencionado. Digamos que entre las 9 y las 13 horas.
En esta franja horaria, el entrenamiento es bien tolerado por todos, independientemente de los ritmos circadianos, no exige despertarse al amanecer y permite tomarse su tiempo para desayunar y recuperar la energía con el almuerzo a una hora «normal». Sin embargo, entendemos que, salvo para unos pocos afortunados, es difícil tener esta posibilidad fuera del fin de semana.
Por lo tanto, en una situación normal, te aconsejamos que intentes compaginar tus diversos compromisos con tu reloj biológico.
¿Pero cómo podemos saber si somos búhos o si somos alondras? Es muy sencillo: escúchate a ti mismo y averigua en qué momento del día tu cuerpo responde mejor.
Por último, un consejo más: independientemente de tu reloj interno, lo mejor es crear una rutina diaria que te permita entrenar siempre a la misma hora.
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Stefano Francescutti