Cuando cambiar las zapatillas de running: 4 pruebas sencillas
¿Cuándo hay que cambiar las zapatillas de running? Buena pregunta.
Por ejemplo, si le preguntas a un amigo mío, él te responderá: «tan pronto como salga un nuevo modelo». Pero él es un coleccionista de zapatillas de deporte, y por eso no hay que escucharle.
Luego está otro amigo mío y a la misma pregunta te dirá: «nunca, es mejor gastar ese dinero para comer». Pero pesa más de 100 kg y la única actividad física que he visto en los últimos 20 años ha sido levantarse y sentarse en el sofá entre la primera y la segunda mitad de un partido de la Liga.
Luego estamos nosotros, los que disfrutamos corriendo. Entonces, ¿cuándo tenemos que cambiar las zapatillas de running?
Aquí hay 4 pruebas que nos ayudan para entender si nuestras zapatillas realmente han llegado a su fin.
1. La suela
La primera señal de que hay que cambiar nuestras zapatillas de carrera es que la suela ya no tiene diferencias entre las partes sobresalientes (las negras en la imagen) y las partes que protegen estas protuberancias (las blancas en la imagen). Si, por lo tanto, la suela es lisa (esto suele ocurrir en el área del antepié), es la hora de saludar a nuestras antiguas zapatillas.
2. La mediasuela
La mediasuela es el área entre la parte que toca el suelo y la parte en contacto con el pie. Es la que proporciona la verdadera amortiguación al zapato y por eso es muy importante que esté intacta, especialmente si eres un corredor que «tira» apoyando el talón durante el movimiento.
Lo que nos hace entender que el zapato está desgastado es cuando aparecen pequeñas líneas horizontales u oblicuas, lo que indica que el zapato se ha amortizado, un poco como un amortiguador del coche que se vuelve más «corto».
3. La parte superior
Lo más fácil de comprobar: si hay agujeros en la parte superior, la zapatilla ya se acabó. Yo, por ejemplo, en algunos zapatos con la parte superior muy ligera y elástica, hago un agujero cerca del talón porque tengo el hueso que sobresale un poco. Otras personas las perforan cerca del dedo gordo. De todas maneras, las zapatillas deben ser reemplazadas.
4. Deformación
La deformación es muy simple de averiguar. Hay que colocar la zapatilla encima de una superficie lisa: si el zapato es estable, todo está bien. Pero si se tambalea, es la hora de decirle adiós.
Para todos los productos para correr hay Deporvillage
Stefano Francescutti
