Correr con lluvia es una actividad muy segura, pese a la extendida opinión popular que piensa lo contrario, siempre que te equipes con la ropa y el calzado adecuado. Para que sea una práctica deportiva aún más segura, desde Deporvillage te proporcionamos una serie de consejos a tener en cuenta para que correr bajo la lluvia sea una experiencia única. Muchos atletas abandonan su rutina de entrenamiento cuando las temperaturas empiezan a descender. El frío y la lluvia pueden frenar tu progreso e impedir que alcances tus objetivos si no eres constante en tus sesiones de running. Así que prepara tu equipación, selecciona tu ruta y que nada te detenga.

La elección de las zapatillas es clave

Escoger unas zapatillas resistentes al agua es crucial para correr en condiciones de lluvia. Los pies son una de las partes del cuerpo más vulnerables al agua y la humedad. El estado de las zapatillas debe ser óptimo y la suela debe ofrecer una tracción sólida. El asfalto mojado puede ser resbaladizo y provocar alguna caída inesperada si nuestro calzado no está en las mejores condiciones. Para agregar una capa de protección extra te puedes decantar por unos calcetines impermeables que mantienen tus pies secos durante toda la carrera.

Viste la ropa adecuada

Las prendas confeccionadas con la tecnología GORE-TEX siempre serán tu mejor opción en las épocas de lluvia. Los productos GORE-TEX ofrecen una impermeabilidad duradera, una protección cortavientos y una óptima transpirabilidad. Selecciona una chaqueta fina que añada poco peso a tu equipación para que puedas moverte ágilmente sin renunciar a la protección. Si la chaqueta tiene capucha podrás proteger tu cabeza y cuello de la lluvia. Ajústala bien para evitar que se mueva mientras corres. Debajo la chaqueta vístete con una camiseta transpirable. Si hace mucho frío añade una sudadera como capa intermedia. La elección del pantalón es muy personal. Te recomendamos unos pantalones impermeables que mantengan secas tus piernas, pero algunos atletas prefieren correr con pantalones cortos o con mallas ajustadas.

Los accesorios son importantes

Es recomendable llevar un gorro o una gorra, incluso si tienes una chaqueta con capucha. El gorro mantendrá una temperatura estable en tu cabeza, mientras que la gorra mantendrá el agua lejos de tus ojos gracias a la protección de la visera. Las manos son otra de las partes del cuerpo más delicadas al frío y el agua. Ponte unos guantes para dejar tus manos secas y cálidas mientras disfrutas de tu sesión de running. Por último, si llevas contigo dispositivos electrónicos asegúrate de que están bien protegidos en una bolsa impermeable, en un bolsillo con cierre hermético o en un cinturón de running.

Cuidado con las rozaduras

Todo corredor habitual sabe que la fricción puede producirse en cualquier momento y provocar alguna rozadura en nuestro cuerpo, pero puede ser peor si estás mojado por la lluvia. Estas irritaciones son causadas por el roce constante de la piel, por lo que es importante actuar previamente para que nada te impida disfrutar de tu carrera. Las prendas de compresión proporcionan una capa adicional de protección que puede ayudar a prevenir la fricción. Aplicar alguna crema como vaselina en las zonas propensas al roce es una gran idea. La vaselina actúa como lubricante y minimiza la posibilidad de irritación en la piel.

Evita los temporales y las tormentas

Correr bajo la lluvia puede ser una actividad liberadora y agradable, pero no es nada recomendable hacerlo en condiciones climáticas extremas, como temporales de viento o tormentas eléctricas. Las lluvias intensas pueden provocar inundaciones repentinas, lo que puede hacer que las carreteras y los senderos se vuelven peligrosos o intransitables. Ante todos estos riesgos es fundamental priorizar tu seguridad y bienestar, esperando a que pase el mal tiempo para correr en mejores condiciones.

Mantén elevada tu temperatura corporal

Al finalizar el entrenamiento tu cuerpo estará cálido debido al esfuerzo físico y el gasto energético, por lo que es recomendable quitarse rápidamente la ropa mojada para evitar que la temperatura corporal baje demasiado. La hipotermia se produce cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 grados. La mejor solución es quitarse la ropa mojada y tomar una ducha caliente para volver a la normalidad.

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