Consejos para aficionados al trekking: Cómo elegir tu calzado de montaña

Existe una gran variedad de calzado específico para la montaña y especialmente para aquellos amantes del trekking. Hay que aclarar que, en cierta medida, la elección del calzado más adecuado para cada usuario dependerá de muchos factores. Desde nuestro nivel de forma física, al tipo de uso que vamos a realizar con el calzado. No es lo mismo caminar en alta montaña que en senderos de altitud moderada, en zonas técnicas que en caminos fáciles, si vamos a caminar con peso o ligeros de equipaje y así un largo etcétera.

En cualquier caso, sí que existen algunos puntos clave en la construcción y estructura de tu calzado que deberás revisar y tener en cuenta antes de adquirir unas nuevas zapatillas o botas para caminar por la montaña. Son aspectos claves que independientemente de las características técnicas, te van a permitir practicar tu actividad favorita con garantías.

Puntera de goma reforzada

La punta o puntera de la zapatilla tiene la función de proteger una de las partes del pie más vulnerables a los impactos. Por ese motivo, cualquier calzado específico para caminar por la montaña debería incorporar cierta protección en la puntera, más prominente cuanto más técnico sea el uso al que está orientada la zapatilla o la bota. Normalmente suelen ser refuerzos de goma o compuesto similar, que pesa poco pero que ofrece un grueso suficiente para minimizar los efectos de cualquier impacto o abrasión sobre el calzado.

Talonera envolvente

Del mismo modo que la puntera con material extra nos protege la punta de los pies una talonera con material añadido y envolvente refuerza nuestro talón. Esta es también una zona expuesta a fricciones e impactos, pues es la primera parte del pie que contacta con el suelo y que puede golpear o rozar con irregularidades del terreno. Para proteger el talón suelen utilizarse diferentes compuestos que lo rodean, dándole además cierta estabilidad.

Amortiguación y estabilidad

La irregularidad del terreno montañoso obliga a que el calzado específico para este uso incorpore soluciones técnicas que aporten estabilidad en la pisada. En ese sentido, existen infinidad de tecnologías y estructuras que estabilizan tu pisada. Diferentes estructuras de suelas y media suelas procuras que el peso se reparta de manera homogénea en tu pisada y evite desequilibrios. Por otro lado, también la media suela de la zapatilla puede implementar o bien cámaras de aire o bien compuestos con alta capacidad de absorción que amortiguan en buena medida el impacto de las pisadas, algo que es todavía más relevante cuando caminamos con peso extra por la montaña.

Agarre

Relacionado con el punto anterior encontramos el aspecto del agarre. Resulta fundamental que la suela de tu zapatilla esté diseñada para proporcionar el máximo agarre a la superficie, sea cual sea ésta. Piensa que en la montaña puedes pisar casi cualquier tipo de terreno, desde pistas arcillosas, senderos rocosos, superficies resbaladizas con agua y humedad, etc. Comprueba por tanto que la suela posee una buena cantidad y disposición de tacos, así como un compuesto de suela blando, que si bien se gastará más rápido que calzado con suelas más duras, te van a proporcionar mayor agarre y prestaciones en la pisada.

Transpirabilidad y aislamiento

En este aspecto, es fundamental que encuentres el punto de equilibrio más adecuado entre estas dos cualidades, en función del uso que vayas a dar a tu calzado.

Es evidente que si usas el calzado en temperaturas frías y con condiciones de humedad como cruzar ríos, deberás optar por calzado en el que predomine el aislamiento, con membranas tipo Gore-Tex o similares, que aunque tienen cierta transpirabilidad, destacan por impedir la entrada de agua o de humedad al pie. En este caso, deberás asumir que la zapatilla o bota no es tan transpirable como una convencional.

Por otro lado, si vas a utilizar el calzado en verano o bajo altas temperaturas presta especial atención a la transpirabilidad en forma de paneles de malla o rejilla que permitan más entrada de aire y ventilación del pie. Te va a proporcionar mucho más confort y mejores sensaciones en los pies.

Comodidad

Este apartado no sólo hace referencia al confort que sentimos en los pies al caminar, sino también a la posibilidad de reducir el riesgo de padecer rozaduras o ampollas, uno de los trastornos o episodios más habituales al caminar por la montaña. No comentas el error de anteponer la estética o cualquier otro factor por la comodidad. Cuestiones como la correcta elección de la talla, la horma, la altura del empeine, el tamaño de la lengüeta o el material del interior del calzado con fundamentales para alcanzar esta comodidad tan importante para nuestros pies.

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