Cómo agarrar el manillar de una bicicleta de carretera. Parte 1: las manos en las manetas

¿Cómo agarrar el manillar de la bicicleta de carretera? Claramente hay varias opciones.

La conformación del manillar mismo ha sido diseñada pensando en esto y de hecho las alternativas son más de una.

En particular, hay tres:

con las manos en los frenos
con las manos en la parte alta del manillar
con las manos en agarre bajo, en la curva del propio manillar

Es cierto que el agarre del manillar también puede estar influenciado por los hábitos y la postura del ciclista, «cómo sentirse más cómodo», pero también de las ambiciones del propio ciclista. Pero no olvides que hay algunas «normas» no escritas que se deben de respetar.

Hoy vamos a analizar el agarre en los frenos.

1. Agarrar el manillar con las manos en los frenos

La posición es muy simple e intuitiva. Es sin duda la más común y probablemente el agarre más cómodo y utilizado, también porque es el único que se puede utilizar en subida, en rectilíneo y, en ciertas situaciones, también en bajada. Garantiza un buen compromiso entre la aerodinámica y el confort, con la gran ventaja de tener los frenos siempre cerca.

Es el clásico agarre para pedalear en rectilíneo y en las salidas sin demasiadas subidas. Cuando la marcha aumenta hay que doblar un poco los codos para conseguir una posición más aerodinámica.

Si ves las carreras en la televisión te darás cuenta de que también es la posición más utilizada por los profesionales cuando van en grupo, a velocidad no muy alta, ya que se puede mantener durante muchas horas sin ningún esfuerzo particular.

Es en cuesta arriba, sin embargo, lo que da más resultados: permite tener una posición cómoda, con la caja torácica lo suficientemente abierta para facilitar la respiración. De esta manera también es muy rápido subir a los pedales sin tener que cambiar la posición de las manos y, en situaciones de mayor esfuerzo, ayuda la acción de las piernas y el torso.

Cuidado, sin embargo, con el descenso, aquí la situación cambia ligeramente: si es una pequeña pendiente y te acercas a ella de forma relajada, entonces sigue funcionando este tipo de agarre, pero si vas a toda velocidad, tienes que recurrir al agarre bajo.