Bolsas de almacenamiento para ciclismo DPV

Test: Bolsas de almacenamiento para ciclismo DPV

El espacio de almacenamiento disponible cuando salimos a pedalear debe repartirse entre los bolsillos del maillot o chaqueta, las mochilas y las bolsas que se colocan en la bicicleta. En este test presentamos diversas opciones de almacenamiento en bolsas para nuestras bicicletas, desde las bolsas más sencillas para salidas cortas a bolsas de bikepacking capaces de llevar lo necesario para varios días.

Bolsa de cuadro para tener a mano lo más importante

Las bolsas de cuadro son las de más fácil acceso, y por tanto están especialmente indicadas para guardar ítems accesibles sin tener que bajarnos de la bicicleta. La bolsa de cuadro DPV Essential de 0,6L de capacidad nos ha resultado muy útil para guardar geles y barritas. Les gustará especialmente a aquellos que prefieran llevar los bolsillos del maillot o chaqueta lo más despejados posible.

La bolsa tiene dos correas con velcro, una para sujetarla al tubo de dirección y otra al tubo superior de la bicicleta. Una de las cosas que más nos ha gustado es su forma alargada y aerodinámica. Esto limita el tipo de objetos que podemos llevar (por ejemplo no nos va a caber el móvil), pero a cambio la hace perfecta para llevar geles y barritas. La diferencia respecto a llevar estos objetos en el bolsillo trasero es que aquí podemos ver en todo momento lo que llevamos. Esto hace mucho más sencillo escoger qué gel o barrita necesitamos en cada momento. También incluye una cinta elástica en su fondo que nos servirá para fijar por ejemplo un kit de herramientas o incluso una mini bomba de hinchado.

Resistente al agua, esta bolsa de cuadro nos ha ido perfecta en salidas de media duración en las que llevamos más de cuatro geles o barritas. Por su forma estrecha y alargada, no interfiere con nuestras piernas al pedalear y su larga cremallera permite acceder a los contenidos fácilmente.

Bolsa de sillín perfecta para recambios y herramientas

Desmontables, cámaras y mini bomba, son algunos de los objetos que es obligatorio llevar cuando salimos en bicicleta. La bolsa de sillín DPV Essential de 1L es perfecta para llevar recambios esenciales y herramientas. Su diseño nos ha gustado especialmente, pues se adapta muy bien al espacio entre la tija del sillín y la parte posterior de este, repartiendo muy bien su capacidad sin abultar mucho. Además, el diseño de su apertura hace que el acceso a su interior sea muy fácil y no se nos caigan los objetos cuando la abrimos. La estructura de la bolsa es rígida, tiene paneles diferenciados en los puntos de rozamiento y cuenta también con un pequeño compartimento de rejilla donde poder almacenar objetos pequeños.

La sujeción, con una correa de velcro en la tija y dos tiras de velcro en los raíles del sillín, mantiene la bolsa en su sitio, incluso en recorridos técnicos de bicicleta de montaña. Otro detalle que destacar es que podemos colocar una luz trasera aprovechando las tres ranuras que se incluyen en su parte posterior. Cualquier luz que se pueda sujetar en la tija puede ser colocada en la bolsa, permitiendo que la luz sea bien visible.

Gracias a su diseño, esta bolsa de sillín ofrece una capacidad notable sin ser muy voluminosa, es resistente al agua y nos parece perfecta para llevar herramientas y recambios para los imprevistos en la ruta.

Bolsa de cuadro para rutas largas y viajes

Con un litro de capacidad, la bolsa de cuadro DPV Pro 1L podría parecer pequeña para rutas largas y viajes, pero se ha de tener en cuenta que una de las estrategias más eficientes para el almacenamiento en la bicicleta es el reparto de los objetos que llevamos con nosotros. Esto no solo permite repartir el peso entre diferentes lugares de la bicicleta, sino también agrupar objetos según su función o frecuencia de uso.

De esta forma, el litro de capacidad queda muy bien aprovechado en esta bolsa de cuadro. Permite llevar los ítems que necesitamos que queden a mano, como barritas o geles, y también otros como el móvil, dinero o tarjetas, baterías de recambio para nuestra cámara de acción o una batería externa. Precisamente, una batería externa colocada en esta bolsa permitiría cargar directamente el GPS y seguir navegando en caso de que se nos agote la batería, una medida de respaldo imprescindible en los viajes largos.

La bolsa se sujeta con dos tiras de velcro al tubo superior del cuadro y otra en el tubo de dirección, y está construida con tejido resistente al agua. Al ser más ancha que la versión de 0,6L, es importante no llenarla por encima de su capacidad, de manera que no abulte por los laterales. Si respetamos esto, no tendremos ningún problema de rozamientos con las rodillas al pedalear.

Bolsa de sillín grande para viajar

Lo primero que llama la atención de esta bolsa de sillín de estilo bikepacking de 7L de capacidad es su precio. Por menos de una cuarta parte del precio de bolsas de este tipo tenemos una bolsa perfectamente funcional que nos ha ido de maravilla en un viaje de bikepacking de tres días (junto a la bolsa de manillar DPV Pro 7L y la bolsa de cuadro DPV Pro 1L).

El tejido utilizado es resistente al agua y los diferentes paneles que la componen están termosellados, de manera que junto al cierre trasero de acordeón permite mantener seco el interior. El sistema de fijación es el típico de estas bolsas: una tira de velcro de gran tamaño la fija a la tija mientras que dos correas con velcro se pasan por los raíles del sillín. En la parte trasera se incluyen varias ranuras para colocar una luz.

Esta bolsa es muy sencilla en su construcción, pero incorpora detalles interesantes, como las mencionadas ranuras múltiples para fijar una luz trasera, y la válvula para sacar el aire del interior cuando la estamos cerrando. La hemos probado en recorridos de bicicleta de montaña y se ha mantenido razonablemente fija (a no ser que se use un soporte específico las bolsas de este tipo siempre tienen un cierto movimiento lateral). Nos ha sorprendido gratamente, pues ha funcionado muy bien. Aunque no tiene los detalles de bolsas más caras, por este precio no se puede pedir mucho más a una bolsa de bikepacking que da tan buenos resultados.

Bolsa de manillar grande para viajar

Una de las mejores cosas que nos ha traído el bikepacking es el concepto de “reparto” entre las bolsas de viaje que utilizamos. ¿Por qué llevar solo una gran bolsa de sillín cuando puedes repartir el almacenamiento entre el sillín, el manillar y el cuadro? No solamente repartes mejor el peso, sino que además puedes repartir los ítems que llevas según cuándo los vayas a necesitar.

Una bolsa de manillar como esta es perfecta para llevar objetos que no vas a necesitar hasta el final de la ruta, ya que su apertura y cierre es más complicada, especialmente si la utilizamos en una bicicleta de carretera o gravel, donde el espacio en el manillar es menor. Por ejemplo, en nuestras rutas solemos reservar la bolsa de manillar para llevar ropa u otros objetos que no vamos a utilizar hasta el final del día.

Esta bolsa de manillar DPV Pro de 7L de capacidad se complementa de manera perfecta con la versión de sillín. Entre ambas hemos podido llevar toda la ropa y objetos personales necesarios para un viaje de tres días en bicicleta gravel. Utiliza también tejido resistente al agua con los paneles termosellados, y el cierre doble también utiliza el clásico sistema de acordeón, y una válvula para expulsar el aire cuando la cerremos. En la parte delantera incluye ranuras para colocar una luz, aunque aquí será difícil colocar una luz de las que sirven “para ver”, sí es ideal para colocar una pequeña luz blanca intermitente que nos permita ser vistos.

El sistema de fijación utiliza una correa con pasador para fijar la bolsa a la pipa de dirección, y dos tiras de velcro para fijarla al manillar. El diseño de la bolsa, bastante alto, ayuda a que esos 7 litros de capacidad se ajusten muy bien al espacio entre las manetas de una bicicleta de carretera o gravel, pero en contrapartida, hace más fácil que la bolsa pueda tocar la rueda delantera. Circulando por asfalto, un ajuste adecuado de las tiras de velcro no causa problemas, pero en recorridos abruptos de montaña hemos tenido que ajustar las tiras de velcro, ya que los impactos hacían que la bolsa llegase a tocar la rueda delantera. Circulando por asfalto o pistas en buen estado no ha habido problemas, pero es una circunstancia para tener en cuenta. El precio de esta bolsa la hace muy atractiva para quien desee iniciarse en el bikepacking y no tenga previsto hacer recorridos de montaña por terreno muy técnico.