Bici de carretera: Cómo usar el cambio de marchas correctamente
Desde que el Sr. Tullio Campagnolo lo inventó en 1935, el ciclismo ha experimentado numerosos cambios. El cambio de marcha es un invento de época que ha permitido reducir los esfuerzos y permitir que este maravilloso deporte sea para todos.
De esta forma, el cambio – que puede ser mecánico o electrónico – permite que el ciclista pueda cambiar la relación entre la cadencia de pedaleo (es decir, la velocidad a la que está pedaleando) y la frecuencia con la que giran las ruedas de la bicicleta. De hecho, modulando el desviador trasero con el delantero podemos obtener una multitud de posibilidades de cadencia y, por lo tanto, diferentes combinaciones de frecuencia de pedaleo.
1. Cómo se realiza el cambio
Los cassettes están montados en el núcleo de la rueda trasera de la bicicleta, con piñones de varios tamaños. El número de los piñones puede variar de 6 a 12, dependiendo del tipo de caja de cambios que tengamos montada. Generalmente, los piñones de las bicis de carretera pueden tener desde 11 dientes (los más pequeños) hasta 34 (los más grandes). En cambio, los platos están montadas en los pedales. En los últimos modelos de bicicletas, se montan en dos tamaños distintos: un plato grande de 53, 52 o 50 dientes y otro pequeño de 39,36 o 34 dientes aunque también hay otras medidas disponibles.
El desviador delantero y el desviador trasero permiten establecer la proporción de transmisión, es decir, mover la cadena de transmisión de la bicicleta en el plato y el piñón deseados. El cambio trasero (o el desviador trasero) actúa sobre los piñones, mientras que el cambio delantero (o el desviador delantero) actúa sobre los platos. En las bicicletas de carretera modernas, los mandos de cambio se colocan en el manillar, cerca de las manos, y son fáciles de operar.
Cuándo usar el cambio es algo que depende mucho de dónde pedaleamos. En un tramo plano podemos decidir recorrer la mayor distancia posible de un tirón, mientras que en una subida desafiante, con una pendiente superior al 15%, podemos reducir la distancia recorrida y, en consecuencia, el esfuerzo físico necesario para avanzar a lo largo del camino.
2. Cómo usar los cambios
La caja de cambio se usa para adaptar la relación más adecuada según la pendiente del recorrido y la propia condición atlética de cada uno. Cada ciclista sabrá, con práctica y experiencia, las mejores relaciones para cada circunstancia, desde los más duros y largos que buscan una mayor distancia pedaleando, hasta aquellos ágiles que prefieren una mayor frecuencia de pedaleo.
Sin embargo, podemos resumir las diferentes posibilidades que ofrece el cambio:
- Plato grande (multiplicador) y piñón trasero grande: no recomendado, para evitar problemas en la cadena o el desviador
- Plato grande y piñón mediano: relación para altas velocidades, adecuada para elecciones de bajo nivel
- Plato grande y piñón pequeño: relación para la velocidad máxima, adecuada para los tramos planos y cuesta abajo
- Plato pequeño y piñón grande: relación adecuada para las subidas porque da como resultado una baja velocidad, pero menos esfuerzo por cada pedaleo
- Plato pequeño y piñón intermedio: relación de velocidad media, adecuada para ascensos y tramos planos
- Plato pequeño y piñón pequeño: no recomendado, para evitar problemas en la cadena y el desviador
- Debemos seguir una idea básica: en los tramos de ascenso, podemos emplear relaciones que permitan tener una cadencia de pedaleo de 60-80 pedaladas por minuto, mientras que en los planos, podemos permanecer entre 80 y 100 pedaladas por minuto
3. Regulación periódica
Los cambios y en este caso, el desviador trasero, es un componente que sufre mucho durante su uso. En consecuencia, va perdiendo precisión cuando cambias de plato o piñón. Por este motivo, es necesario ajustarlo periódicamente, especialmente después de un uso intenso, como las clásicas subidas.
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