Mantenimiento de la bicicleta: 5 errores – Parte 2
El mantenimiento inadecuado de nuestra bicicleta es más fácil de lo que parece. A menudo, sin darnos cuenta, nos encontramos con problemas que podrían haberse evitado con un poco más de cuidado… ahorrando preciosos euros de nuestra cartera.
Ya hemos visto los primeros 5 errores en otra entrada del blog, y ahora podemos centrarnos en los otros 5.
1. Grasa equivocada para la tija del sillín
La tija tiene que hacer básicamente dos cosas: no subir y bajar y no quedarse atascada. En otras palabras, debe permanecer inmóvil, pero debe ser capaz de deslizarse fácilmente cuando se quiere mover.
Para ello hay que utilizar grasas especiales, que cambian según el material de la tija y del cuadro.
Bicicleta y tija de sillín de metal (acero, aluminio, titanio): grasa de cobre o níquel, que crea una fina capa de un material que impide el bloqueo.
Bicicleta y tija de sillín de carbono: grasa dedicada que crea una capa que evita que la tija del sillín se deslice.
2. Inflar demasiado o demasiado poco los neumáticos
A menudo se piensa que inflar los neumáticos al máximo es un truco para ir más rápido… no hay nada más equivocado. A menos que el asfalto sea una «mesa de billar», una rueda demasiado inflada te hará rebotar a la mínima piedrecita.
Por el contrario, una rueda que no esté lo suficientemente inflada hará que el riesgo de pinchazo sea más alto o incluso creará todas las condiciones para que el neumático salga de la llanta.
Entonces, ¿cómo hacerlo? Simplemente lee los consejos del fabricante que están impresos en el propio neumático y atente a esos datos, según tu peso y el terreno en el que vayas a pedalear: si peso poco y/o si mi salida va a ser en terreno accidentado, inflaré la rueda acercándose a los datos del mínimo, si peso mucho y el asfalto es nuevo, inflaré la rueda acercándose a los datos del máximo.
3. Colocar la cinta del manillar sobre los puños
Esta es una operación que a veces los mecánicos también hacen, es decir, ir y poner la cinta de manillar sobre la parte plástica de los puños (no de la goma, sino de la parte plástica bajo la goma). De esta manera, se crea un mayor grosor en la zona donde descansan las manos, facilitando el hormigueo, la inflamación de los nervios y otros problemas parecidos.
Recomendamos que la cinta del manillar sólo esté en contacto con el manillar.
4. Utilizar herramientas de pacotilla
Las herramientas de calidad cuestan dinero y eso es verdad. Pero una vez compradas, duran toda la vida. ¿Con qué frecuencia vemos a los mecánicos usando herramientas que están obsoletas pero aún en perfecto estado?
El riesgo de usar herramientas de mala calidad, es arruinar nuestros componentes. Aquí un ejemplo para reforzar la idea: si trato de desenroscar un tornillo con un tornillo Allen de mala calidad, me arriesgo a arruinar el tornillo en sí mismo y me veré obligado a ir a un mecánico que tendrá que perforar el tornillo para extraerlo.
¿Qué cuesta menos: una llave de calidad o la operación que tendrá que realizar el mecánico?
5. Tensión incorrecta de la dirección
A menudo sucede que vemos bicicletas donde el manillar es muy duro y casi no se puede girar, así como sucede que encontramos otras donde el manubrio tiene mucho juego especialmente cuando tiramos del freno delantero y movemos la bicicleta de un lado a otro.
En ambos casos hay un error fundamental.
En el primer caso el manillar es demasiado duro y si quisieras tratar de ir sin manos, la bicicleta iría donde tú quisieras. Muy peligroso.
De lo contrario, si el manillar tiene demasiado juego, las almohadillas del interior se moverían demasiado y se desgastarían más rápido.
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Stefano Francescutti